Paul Conroy (Ryan Reynolds), es un padre de familia y contratista civil que se encuentra trabajando en Irak. Se despierta enterrado vivo en un viejo ataúd de madera. Sin saber quién lo ha puesto ahí y muchísimo menos por qué, su única oportunidad para escapar de su pesadilla es un teléfono móvil con poca cobertura y escasa batería. La escasez de oxígeno es su peor obstáculo en una carrera a contrarreloj, Paul sólo dispone de 90 minutos para conseguir un rescate y salvar su vida.
El film nos sumerge de lleno en la más plena oscuridad. Nos vemos atrapados en un cubo con falta de luz, de la misma forma que el protagonista se ve encerrado en un ataúd. Contenemos la respiración, hasta que una llama enciende la escena. Rodaje no apto para claustrofóbicos, lleno de sufrimiento y esperanzas. Cuenta con un guión simple pero bastante bien trabajado. El director Rodrigo Cortés explota al máximo las emociones con juegos de cámaras y tomas imposibles nos va dando la sensación de encierro aunque por momentos nos libera un poco. Historia simple pero intrigante aunque totalmente inverosímil. Cuenta, además, con una banda sonora que colabora de forma sensacional a mantener el clímax de la obra.
Ryan Reynolds (Paul) en prácticamente un monólogo es el único actor en pantalla. La película depende totalmente de él. En una actuación muy buena y bastante original para su pasado en las comedias románticas. Nos transmite cada suspiro, cada aliento, grito o llanto. Podemos ver un actor que realmente se destaca con este papel.
En conclusión, "Buried" es una película relativamente barata con un guión simple. Si bien pareciera un mal film, nos logra transmitir muchas sensaciones y nos mantiene con gran suspenso atrapados a nuestro asiento. Encontramos en ella grandes aciertos por parte del director y la banda sonora que nos llevará a pedir de forma desesperada el previsible desenlace.
Género: Drama, Misterio, Thriller.
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