Con dieciséis años cumplidos, Harry inicia el sexto curso en Hogwarts en medio de terribles acontecimientos que asolan Inglaterra. Elegido capitán del equipo de Quidditch, los entrenamientos, los exámenes y las chicas ocupan todo su tiempo, pero la tranquilidad dura poco. A pesar de los férreos controles de seguridad que protegen la escuela, dos alumnos son brutalmente atacados. Dumbledore sabe que se acerca el momento, anunciado por la Profecía, en que Harry y Voldemort se enfrentarán a muerte: «El único con poder para vencer al Señor Tenebroso se acerca... Uno de los dos debe morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida». El anciano director solicitará la ayuda de Harry, y juntos emprenderán peligrosos viajes para intentar debilitar al enemigo, para lo cual el joven mago contará con la ayuda de un viejo libro de pociones perteneciente a un misterioso príncipe, alguien que se hace llamar Príncipe Mestizo.
"Harry Potter and the Half-Blood Prince" es como un elixir que comienza gustándote pero se va diluyendo y termina siendo totalmente asqueroso. Nos queda claro que David Yates no disfruta mucho de las adaptaciones de los libros sino que prefiere que sus guionistas inventen escenas para hacer al volumen un poco más taquillero. Si total, a quién le importa que quiten hechos importantes y que los sustituyan por otros totalmente inventados conformados dentro de un gran cubo verde. La dirección deja mucho que desear en este episodio sobre todo con el desenlace que no logra transmitir ni una emoción siendo el final de un colage recortado con los dientes. La banda sonora no se renueva, repetir casi seis veces los mismos éxitos a la larga suele cansar al espectador. Pero no todo es negativo, la película visualmente es excelente. Para los que no disfrutaron de la novela el film funciona de forma amena y se hace muy digerible.
El reparto está totalmente desaprovechado. Podemos sentir que hay verdadero talento en los actores pero luego de ver la cinta te queda una sensación de que fue totalmente bloqueado. La culpa de todo es la rapidez con que sucede dentro de un huracán de acciones que mezclan la comedia romántica y la seriedad de forma abominable. Nuestro trío favorito se mantiene igual que siempre eligiendo otra vez acrecentar el papel de nuestro héroe. Daniel Radcliff (Harry Potter) funciona de forma increíble luego de alcanzar una madurez actoral que sorprende y que entusiasma mucho; transmitiendo todas sus emociones consigue sobresalir del resto. Entre los secundarios Tom Felton (Draco Malfoy) y Michael Gambon (Dumbledore) son los que destacan con momentos individuales increíbles y escenas realmente bien trabajadas logran que el espectador sienta una vorágine de sentimientos.
En conclusión, "Harry Potter and the Half-Blood Prince" funciona como una rueda pinchada en una saga que propone demasiado pero que no satisface a todo público. Con buenos momentos y algunos tal vez muy malos. La cinta sorprende tanto positiva como negativamente. Un film obligatorio para los amantes de Harry Potter pero reprochable para los que no gustan del popular mago.
Género: Aventura, Fantasía.
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